El uso del oro como valor fue descubierto hace más de 5000 años. Sus propiedades fisico-químicas y su relativa escasez en el planeta lo hacen la mejor elección como dinero.
Desde el año 2000 el oro se ha revalorizado un 388% en euros y un 421% en dólares. La corrección de precios desde el máximo en 2012 dura ya 6 años, pero el precio mínimo alcanzado en el fondo de la corrección sucedió ya a finales de 2013 en euros, y en diciembre de 2015 en dólares: desde entonces el oro a re-emprendido su tendencia alcista.
El oro está considerado como una divisa internacional. La compra de oro de inversión está exenta de pagar IVA.
El oro físico almacenado fuera del sistema financiero protege contra la intromisión del gobierno. No puede ser bloqueado, embargado o expropiado con el click de ordenador, en el departamento de Hacienda. Las transacciones de oro físico entre particulares son totalmente privadas.
El gobierno no tiene la capacidad para crear oro de la nada como sí puede hacer y hace con el dinero «fiat» de curso legal, causando su devaluación.
El mercado de oro físico está muy escaso de oferta. Toda la producción minera mundial desde hace más de 5 años está siendo comprada por los bancos centrales de China, India, Rusia, y la mayoría de los países del área de influencia de éstos.
El oro tiene mercado en 194 divisas internacionales. El oro forma parte de las reservas de divisas de casi todos los bancos centrales del mundo.
El oro nunca quiebra. Cuando hay crisis financieras el oro otorga protección.
El oro conserva el poder adquisitivo a largo plazo. Los planes de pensiones no garantizan el poder adquisitivo sino la cuantía nominal de los pagos futuros. La inflación monetaria menguará significativamente el poder adquisitivo de todas las pensiones. Un plan de ahorro mediante acumulación de oro es el complemento perfecto para las jubilaciones.
El oro, en monedas o lingotes, es un regalo especial, con valor, que dura para siempre.